El Tribunal Supremo ha rechazado la querella presentada por Podemos contra el presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo, Luis María Díez-Picazo. El partido de Pablo Iglesias se muestra crítico con el Tribunal Supremo ya que lo interpretan como una privación a la ciudadanía del derecho a que los tribunales de justicia investiguen unos hechos absolutamente anómalos dentro del funcionamiento de la administración de justicia y que, según el grupo parlamentario, pueden dar lugar a responsabilidades penales individuales.

Podemos imputó una prevaricación al magistrado Díez-Picazo por llevar la decisión sobre quién debe pagar el impuesto de hipotecas. Así mismo, señalan que el Tribunal Supremo ha actuado a favor de los bancos, impidiendo que se practiquen las diligencias de prueba que podrían acreditar la existencia de llamadas telefónicas ajenas a la objetiva administración de justicia.

El partido de Pablo Iglesias también ha exigido la misma interpretación para el resto de casos que no afectan a las altas instancias de la judicatura del Estado: «No era habitual que el magistrado Díez-Picazo convocara al pleno de la Sala III para paralizar recursos en trámite. Tampoco resolver nuevamente sobre una doctrina que reconocía que eran las entidades financieras las que debían pagar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados».

Fuente: La Razón