El “plan A” de Podemos sigue contemplando que el Gobierno de Pedro Sánchez apruebe en primavera, antes de las elecciones autonómicas y municipales de mayo, los Presupuestos de 2019 con su apoyo. Para llegar a ese punto, el partido morado confía, eso sí, en que el Ejecutivo socialista haya puesto ya en marcha todos los compromisos firmados en octubre por Sánchez y Pablo Iglesias en Moncloa. Lo que no hará en ningún caso Podemos es bloquear la tramitación de las cuentas en febrero, cuando se debatan en la Cámara Baja las enmiendas a la totalidad, y unir sus votos en esa fotografía a los del Partido Popular y Ciudadanos en un “no” que multiplicaría las posibilidades de un adelanto electoral.

Desde que esta mañana llegue el proyecto de Presupuestos al Congreso, el objetivo de la dirección de Podemos pasa por presionar al Gobierno para que ponga en marcha los 11 compromisos incumplidos respecto al documento rubricado por los líderes de ambas formaciones. Esos desencuentros tienen que ver con acuerdos más políticos que presupuestarios y que, según el diagnóstico de Podemos, al Ejecutivo del PSOE le está costando demasiado activar. Se trata por ejemplo, de las medidas “arrancadas” por los de Iglesias a Sánchez en lo que concierne a la bajada de la factura de la luz y de los alquileres, el blindaje por ley de la revalorización de las pensiones o la prohibición de la publicidad de las casas de apuestas. Tal y como ha podido conocer este diario, estos incumplimientos tienen que ver en la práctica totalidad de los casos con materias que se escapan de las competencias de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, con la que los líderes de Podemos mantienen un fructífero nivel de interlocución.

Fuente: La Razón