El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha viajado hoy a Bamako, la capital de Mali, para realizar su primera visita a las tropas españolas desplegadas en el exterior desde que llegó a La Moncloa. En este viaje exprés al octavo país más extenso de África, que durará menos de 24 horas, el presidente conocerá de cerca el trabajo de los 293 militares que adiestran al Ejército maliense en la misión de entrenamiento de la UE (EUTM-MALI), en la que España estuvo al mando hasta noviembre.
En este tradicional viaje del Gobierno con motivo de las fiestas navideñas, Sánchez ha querido centrarse en una de las operaciones en las que España contribuye a la lucha contra el yihadismo en el Sahel. Pero también, se trata de la misión en la que falleció el último militar español en el exterior, el soldado Antonio Carrero, quien perdió la vida en enero al volcar su blindado cerca de la localidad de Somadougou. Otros dos infantes de Marina resultaron heridos.
El presidente del Gobierno será recibido en Bamako por las autoridades malienses y mantendrá una reunión con el primer ministro del país, Soumeylou Boubèye Maïga. Asimismo, en la capital maliense, Sánchez ha mantenido un encuentro con miembros del contingente español del Destacamento Marfil, estacionado en Senegal y desplazado para la visita a Mali. Según fuentes del Ejecutivo, en la reunión en Bamako, Sánchez hablará sobre cooperación, seguridad, así como de inmigración. Mali es un país de paso en la ruta migratoria hacia el continente europeo pero también es un país del que sus ciudadanos emigran. Es más, el presidente planteará la opción al «premier» del denominado retorno voluntario. Cabe recordar que España es, después de Francia, el segundo receptor de la UE de población maliense.
Tras esto, se desplazará hasta el centro de entrenamiento “Boubacar Sada Sy” de la localidad de Koulikoro, donde se halla el grueso del contingente español, aunque también hay efectivos españoles desplegados en el cuartel general de Bamako y, según las necesidades del entrenamiento, en alguna de las siete localidades en las que se lleva a cabo la instrucción, incluidos bastiones yihadistas como Gao y Tombuctú.
El presidente ya felicitó la Navidad el 24 de diciembre por videoconferencia a los 3.000 militares y guardias civiles que participan en la actualidad en misiones en el exterior. Desde el portaeronaves “Juan Carlos I” destacó su “extraordinario trabajo por la paz y la estabilidad internacional”. Sánchez también hizo una petición en “nombre de sus familias y en el de todos los españoles” y deseó que vuelvan todos “sanos y salvos, con la satisfacción del deber cumplido”. Les animó a seguir con su misión, pese a lo difícil que debe ser hacerlo lejos de sus hogares: “Quiero que desde la lejanía sintáis la cercanía de una España que se siente orgullosa de su Ejército, sois los mejores embajadores”.
Sobre EUTM-Mali
EUTM-Mali nació en enero de 2013 y España inició su participación cuatro meses después. Desde entonces, el despliegue se limitaba al cuartel general de Bamako y al centro de entrenamiento de Koulikoro. Sin embargo, desde enero, la misión comenzó una «descentralización del entrenamiento» y amplió su área de operaciones desde el sur del país hasta la curva del río Níger, incluyendo bastiones yihadistas como Gao o Tombuctú.
En la actualidad, en el cuarto mandato de la operación, España contribuye con 293 efectivos, pertenecientes la mayoría a la Brigada «Galicia VII» y al III Batallón de Desembarco de la Brigada de Infantería de Marina del Tercio de Armada, estos últimos encargados de la seguridad de los instructores. De esta forma, nuestro país es uno de los mayores contribuyentes.
El epicentro de este entrenamiento está en la Academia «Boubacar Sada Sy» de Koulikoro, un acuartelamiento de cerca de 23 hectáreas donde se encuentran desplegados unos 500 militares de 25 países. Allí, en la denominada «fábrica de soldados», se han instruido en todos estos años –y se sigue haciendo– a ocho Grupos Tácticos Interarmas malienses, es decir, a cerca de 13.000 soldados locales en tácticas de operaciones especiales, artillería, morteros, control aéreo y tiro de precisión, entre otras. Se trata de cursos de unas 12 semanas de duración media que, en la mayoría de ocasiones, arrancan desde cero.
Asimismo, España contribuye a esta misión y a la estabilidad del Sahel con un destacamento aéreo en Dakar (Senegal) para llevar a cabo misiones de transporte en apoyo de las operaciones de Francia y la UE en el Sahel. Nuestro país aporta un avión de transporte y 58 efectivos.
Fuente: La Razón