Privilegio Real a los habitantes de Alcira

[wp_ad_camp_2]Tal día como hoy del año 1273, el rey Jaime I, firmó un Privilegio Real por medio del cual concedió a los habitantes de Alcira la facultad de poder regar sus tierras con el agua del “Gran Canal”, pagando un real y veintiséis maravedíes por cada jovada de tierra de labor o de viña.

Jovada, viene del árabe “chabda” que quiere decir tirar y del argelino “chebda” que significa arado. Una jovada correspondía a la superficie de terreno que una yunta de animales era capaz de labrar en una jornada.

El topónimo “alzira” deriva del árabe (al-gazira), “la isla”. El nombre completo en árabe, sin embargo, era (gazirat šuqar), “la isla del Júcar”, nombre dado por encontrarse la población en la porción de tierra que abrazaba las dos corrientes del Jucar.

Cuando el 30 de diciembre de 1242 Jaime I conquistó la ciudad, el hecho constituyó un episodio fundamental para la conquista del nuevo Reino de Valencia, ya que Alcira era la única ciudad por la que podía cruzarse el río Júcar, de ahí su lema “Claudo regnum et adaperio” (Abro y Cierro el Reino)
Cuando Jaume I venció en la batalla de El Puig, ya existía en la Ribera del Júcar un sistema de regadío organizado basado en un gran canal, probablemente un tramo de río inutilizado en una de sus muchas inundaciones.

Algún tiempo después, el Rey D. Juan I de Aragón, por un privilegio dado en Valencia a 9 de abril de 1393, hizo otras concesiones a la Villa de Alcira y a los empleados de la acequia, disponiendo, entre otras cosas, que los veedores, colectores y administradores de dicho canal diesen cuentas anuales a sus sucesores inmediatos, a los que debían entregar el producto de la contribución, multas y otras rentas de la Comunidad, y que después de la muerte de Santiago de Olit, propietario de Alcira, y en aquel entonces acequiero, pasara este cargo irrevocablemente a la villa y a los jurados o cuerpo municipal.

El texto más antiguo de que se dispone sobre el canal “gran” de Alcira (aunque se tiene constancia de otros más antiguos que se consideran perdidos) es del siglo XVI y está contenido en la conocida Crónica de Martín Viciana.

Dice así:
«Deste río (el Júcar) se toma una acequia de agua, que riegan con ella mas de diez mil cahizadas de tierra ; y para limpiar y conservar la dicha acequia se gastan mas de dos mil ducados; y por ser el suelo de la tierra fertil y tener abundancia de agua de la acequia , cogen en él más de deziocho mil cahizes de trigo, doze mil cahizes de arroz, veynte y cinco mil arrovas de azeyte, sesenta mil libras de seda; vino adaça, legumbres y otros furtos en abundancia»

En las imágenes vemos un plano del Rio Magro en su tramo final por el Marquesado de Llombai, Siglo XVI. Archivo del Reino; imagen de la Fesa del Maranyet, en Alcira; caseta de salida de la Sequia Común de Énova en Alcira y el acueducto de la Fuente de la Murta en Alcira.

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