Construido entre 2010 y 2012 por el arquitecto valenciano José María Tomás Llavador. Se trata de un puente de estilo funcional, es decir con pocos detalles o mejor sin ningún detalle decorativo. Su objetivo es que cumpla la función para la que ha sido construido y sea lo más barato posible (tiempos de crisis). Pintado de color blanco siguiendo la tónica general de los últimos puentes construidos en la ciudad.
Se trata de un puente de dos tableros, el principal permite el paso de vehículos por tres carriles, el secundario se reserva a los peatones. Este cubre su base con una superficie de madera de teca que nos recuerda su nombre histórico: Puente de Madera. También son de madera los laterales y pasamanos del puente. Casi llegando a uno de los extremos del puente una pequeña ampliación de la plataforma peatonal se abre al cauce del río y cumple funciones de mirador sobre el antiguo lecho del río. La iluminación se realiza mediante nueve farolas de moderno diseño de tres brazos cada una.
En este mismo lugar existió hasta la riada de 1957 un puente realizado parcialmente en madera que daba servicio a las personas que llegaban desde la ahora denominada Estación «Pont de Fusta».
Al reconstruirse nuevamente después de la riada fue hecho en hierro y hormigón, pero la sabiduría popular lo siguió llamando de madera. No tuvo la categoría de puente, ya que era conocida como una pasarela. Al reordenarse el trafico para hacer el Puente de Serranos peatonal, se decidió construir un nuevo puente sobre el mismo lugar que ocupara el anterior. Se decidió poner una superficie de madera en la parte peatonal para recordarnos su origen y justificar el nombre del puente.
El Puente de madera fue abierto al tráfico el 18 de febrero de 2.012 mientras que el paso peatonal lo fue el 9 de marzo del mismo año, siendo inaugurado por la alcaldesa de Valencia Rita Barberá Nolla.
[wp_ad_camp_1]