No es la primera vez que un micrófono abierto da un disgusto a un político. Hoy ha sido el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el que ha tenido un “desliz” durante el pleno de Les Corts al enviar a la síndica del PP, Isabel Bonig, “al corral”, pensando que su micrófono estaba cerrado. Bonig ha pedido a Puig que se retracte.
En cuanto a la polémica por las esteladas presentes en la exposición de Antonio Miró que Puig inauguró ayer por la tarde en La Marina, el presidente ha asegurado que no apoya el independentismo pero sí “la libertad de expresión”. Cabe recordar que la polémica por esta exposición arrancó la semana pasada al darse a conocer esculturas de la misma que mostrabana escenas claramente eróticas.
Fuente;: La Razón