El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estuvo ayer en Valencia para arropar a la candidata a la alcaldía de Valencia, Sandra Gómez, en su presentación oficial.
Sánchez aludió al aumento de las inversiones que llegarán a la Comunitat Valenciana si se aprueban los Presupuestos Generales del Estado para 2019. Así se cumplirá la premisa estatutaria de que la inversión se corresponda con el volumen de población en la media nacional. Pero esquivó con este argumento contestar a la petición del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que le requería un cambio en el modelo de financiación.
Ambos aludieron a que las inversiones pactadas en su reunión «en la Moncloa» se habían cumplido, incluso mencionaron la condonación de la deuda de la Marina Real, pero en ningún momento Sánchez se comprometió a un cambio en el modelo de financiación ni aseguró que el peso inversor se mantenga en años venideros.
Sánchez dijo que había «mucha testosterona» en la oposición y que eso no era bueno y añadió que «el único partido que ha sido leal con la constitución tanto en el gobierno como en la oposición ha sido el PSOE».
Explicó que sus presupuestos daban repuesta a cinco ejes básicos: educación, mercado de trabajo y empresa, estado del bienestar, pensiones y medioambiente. Apostó por la Formación Profesional «porque buena parte del abandono escolar tiene que ver con la baja matriculación en FP» y anunció que extendería la universalización de la educación de cero a tres años.
Prometió reducir en diez puntos el paro juvenil y recuperar le subsidio de desempleo para los mayores de 52 años, así como la revalorización de las pensiones según el IPC.
Fuente;: La Razón