Puig y Ribó se alían para pedir a Fomento gran parte de los 130 millones para la T-2

La situación económica de la Generalitat es la que es, así que si Valencia quiere tener de una vez por todas la línea T-2 de metro, que empezó a construirse en 2006 y lleva paralizada hace años por falta de inversiones, tendrá que recurrir a fondos estatales. Así se lo dejó claro ayer el presidente del Consell, Ximo Puig, al alcalde Joan Ribó en la visita que le hizo en el Cap i Casal.

Para empezar, es decir, para poner en marcha la primera fase de este proyecto, se necesitan 130 millones de euros que ni la Administración autonómica ni la local tienen, así que reclaman a la Central que ponga de su parte y de su presupuesto, tal y como ha hecho en otras ciudades (Madrid y Barcelona son los referentes en los que se mira Valencia).

Así que el «lobby» Puig-Ribó ha pedido una reunión con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, con la esperanza de que la línea de metro que une el centro de la capital con la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el barrio de Nazaret, sea una realidad cuanto antes y no signifique la pérdida de los 200 millones que se llevan invertidos en ella hasta el momento.

Para Puig, el proyecto de la línea T-2 es «una de las barbaridades de gestión más enormes» cometidas por el PP en esta ciudad, «ya que se agujereó media ciudad sin ningún tipo de planificación sobre cómo se iba a financiar y cómo se iba a acabar la obra».

De la reunión de ayer también salió el acuerdo de crear una comisión mixta entre Generalitat y Ayuntamiento para elaborar la ley de Capitalidad que permita a Valencia lograr una serie de competencias propias y la financiación específica para desarrollarlas, tal y como hizo en su día Barcelona.

Ambas administraciones harán efectiva la disposición adicional de la ley de Régimen Local de la Comunitat Valenciana de 2010 que establecía la creación de una comisión mixta para el estudio y elaboración la Carta Municipal de Valencia.

Según Ribó, esta norma permitiría dejar claros los elementos patrimoniales de la ciudad sobre lengua y cultura, así como una serie de competencias, como la participación y los derechos sociales.

Otras de los asuntos tratados en la reunión fue la reclamación al Gobierno del contrato programa para el transporte público en Valencia, una vez se ha constituido el ente metropolitano de transporte.

Puig afirmó que la ausencia de este ente era el argumento que dio el Gobierno para no atender la petición de la Generalitat y del Ayuntamiento, por lo que una vez que se ha creado, «sería incomprensible que no se atendiera a la ciudad de Valencia».

Source: Comunitat Valenciana

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