El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ha asegurado este miércoles que no hubo «ningún mediador de nada» entre su ejecutivo y la Generalitat para evitar la activación del 155 y la DUI, porque estaba «clara» su posición de que no iba a «negociar» ni sobre la Constitución ni sobre la soberanía nacional.
Así lo ha manifestado Rajoy ante el Tribunal Supremo a preguntas del abogado Jordi Pina -defensa de Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez- sobre el papel que tuvo el lehendakari Íñigo Urkullu como supuesto mediador para evitar que el Gobierno aplicara el 155 y que el Govern impulsara la DUI.
«A mí nadie me demandó intermediar. No ha habido ningún mediador de nada porque mis posiciones estaban claras y las de los otros también», ha sostenido el expresidente del Gobierno.
Mariano Rajoy ha reconocido, eso sí, que «en aquella época» muchas personas, entre ellas Urkullu, «quisieron hablar y hablaron» con él, pero a todos les dejó «absolutamente claro» que no pensaba negociar «ni el cumplimiento de la ley, ni la Constitución, ni la soberanía nacional».
Pese a su resistencia inicial a aclarar si recibió personalmente a Urkullu, Rajoy ha acabado admitiendo, a instancias del presidente del tribunal Manuel Marchena, que «escuchó» al lehendakari y le dejó clara su postura, aunque sin precisar si se vieron o se comunicó con él por teléfono porque, se ha justificado, «a mí me llamó mucha gente».
«Lo peor es que se sabía, eran plenamente conscientes de que no se iba a aceptar de esa manera porque es imposible», ha señalado Rajoy, que se ha quejado de que el Govern lo puso «en una situación imposible a sabiendas de que se arriesgaban a eso».
El exlíder del PP ha destacado que siempre ha mostrado su «buena disposición» al diálogo, por lo que mantuvo reuniones con el expresidente de la Generalitat Artur Mas y con Carles Puigdemont, pero en todas esas ocasiones puso «un límite al diálogo: son los españoles los que deciden lo que es España».
«Me gusta dialogar, me gusta pactar, pero me gustan las reglas del juego», ha reconocido Rajoy, tras destacar que impulsar el 155 es «lo que todo el mundo sabía que iba a hacer y lo que todo presidente de España es su obligación hacer».
Rajoy ha afirmado que «siempre» dejó claro en sus conversaciones con la Generalitat de Cataluña que «en ningún caso» negociaría sobre un referéndum de independencia.
«Sobre el referéndum nunca hubo nada de qué hablar. Desde la primera reunión con Artur Mas dejé patente con meridiana claridad que en ningún caso el presidente del Gobierno de España iba a liquidar la soberanía nacional saltándose la Constitución», ha dicho Rajoy en respuesta al abogado de la acusación popular de Vox, Javier Ortega Smith.
El ex jefe del Ejecutivo ha incidido en esta idea subrayando que «ningún presidente del Gobierno de una democracia moderna como es España puede aceptar que alguien pretenda liquidar la legalidad vigente», un hecho que Rajoy sitúa en la aprobación de las denominadas leyes de desconexión –ley de transitoriedad y ley de referéndum– que el Parlament aprobó el 6 y 7 de septiembre de 2017.
En su opinión, este fue un hecho «lamentable», pues se «liquidó la legalidad vigente» y ante eso «ningún presidente puede mirar para otro lado». Y entre las medidas adoptadas, Rajoy ha explicado la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
A la pregunta de si el Gobierno se planteó, aparte del 155, la aplicación del artículo 116 que regula los estados de alarma, excepción y sitio, el expresidente ha explicado que siempre pensó que el primero era «mucho más operativo» y también «más justo», porque el segundo afecta a derechos fundamentales de las personas.
«Se trataba de cesar a un gobierno. Era una cuestión de respetar derechos individuales de las personas y, entre esto y cesar un gobierno, preferí tomar la decisión que tomé», ha remarcado.
Pero además de las decisiones políticas del Govern que llevaron a plantear al Senado la aplicación del 155, Rajoy ha resaltado que otro motivo que le llevó a tomar la decisión fue el clima de violencia en Cataluña.
Cuando ha sido preguntado por este asunto, ha dicho que tuvo conocimiento de esta «situación de excepcionalidad» porque también lo recogían así los medios de comunicación y fue «una de las razones» por las que empezó a buscar los apoyos necesarios.
Sobre el referéndum independentista del 1-O, el exjefe del Ejecutivo ha afirmado que él no considera que fuera un referéndum como tal, sino que sólo «se intentó». Es más, ha recordado que la Junta Electoral Central acreditó tres días después de estos hechos que «no hubo ningún referéndum».
Ortega Smith ha dirigido a Rajoy preguntas rápidas y precisas, empezando por si llegó a existir un «comité restringido» formado por PP, PSOE y la Generalitat presidida por Artur Mas en el año 2014 para hablar sobre el futuro de Cataluña.
El expresidente ha dicho que no conoce ningún órgano así, aunque sí ha manifestado que «conversaciones entre miembros de la Generalitat y los partidos políticos ha habido siempre en la historia» porque «es algo usual en política».
«El problema es a qué se llega. Y sobre el referéndum nunca hubo nada de qué hablar porque ya dije con meridiana claridad que en ningún caso el presidente del Gobierno iba a liquidar la soberanía nacional», ha resaltado.
Fuente: La Razón