Recordando un clásico del siglo XXI – El adiós de NOU CAMPANAR

2006Trece años después de su creación, el pleno de Junta Central Fallera certifico en Junio el adiós de la comisión fallera más laureada del siglo XXI
Hace ya tres meses que se aprobó en el pleno de Junta Central Fallera la disolución por completo de la comisión fallera conocida como Nou Campanar.
Tras no plantar ya en las Fallas de 2016, la comisión Jorge Comín-Sierra Calderona se veía abocada a tal final tras años y años de éxitos en las máximas categorías falleras.

Años después de tocar el techo con el monumento más caro de la historia de las Fallas de Valencia, Nou Campanar ha tocado el fondo que ninguna comisión desea tocar, la desaparición.

El año 2015 fue la última participación de Nou Campanar en la máxima categoría, una Sección Especial que cuenta con 7 primeros premios a la falla del barrio nuevo de Campanar. Aquella edición era especial. Un monumento experimental y que acabó por los suelos después de que la lluvia hiciera acto de presencia durante la semana grande de las fiestas falleras.

Nou Campanar fue un reflejo de la evolución de la sociedad, con un periodo de subida gigantesco, seguramente excesivo, y una caída no menos abrupta.
Durante ese periodo, el empresario Juan Armiñana hizo de la falla su propio feudo, la promovió, la sufragó, la puso en el mapa, él también se puso en dicho mapa, y brindó unos momentos inolvidables a la fiesta fallera. No ha hecho daño a nadie, más allá de a esas comisiones que quisieron seguirle el ritmo y acabaron desfondadas. Y lo que queda es una fototeca con unos recuerdos que tardarán muchas décadas en borrarse.

Fallas2007187-756290En el recuerdo, una comisión que no supo sobrevivir a las vacas flacas, que no consiguió rentabilizar la marca y que no fue capaz de adaptarse a otra realidad, la que tienen, sin ir más lejos, sus fallas vecinas. Ahora, el barrio queda libre de comisiones falleras a la espera de que alguien quiera reorganizarla.
La idea de la comisión, en septiembre de 2015, era continuar con la actividad fallera pero rebajando las pretensiones y abandonando Sección Especial.

Pase lo que pase en el futuro, lo que queda de Nou Campanar son las fallas más grandes jamás plantadas. Y algunas de ellas, también de las mejores, porque, en muchos de los casos, la cantidad estuvo acompañada de la calidad.
Esta es la memoria gráfica de unas fallas y una historia inolvidables.

Ahora, cualquier comisión que quiera ocupar la demarcación liberada tras la disolución de Nou Campanar deberá esperar un año.