El alcalde vuelve a cuestionar el tráfico privado de vehículos y afirma que deben buscarse alternativas en los aparcamientos
«No hay legislación que garantice el derecho a aparcar en la calle». Con esa frase, el alcalde Joan Ribó volvió ayer a fijar posición sobre la estrategia del gobierno municipal en decisiones en materia de movilidad, una de las áreas más discutidas del mandato.
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El primer edil respondía de esta manera a qué pasará cuando empiecen las obras de un jardín en el barrio de Orriols, junto a la ermita de San Jerónimo. La parcela está situada entre las calles San Vicente Paul, Duque de Mandas, Historiador Chabret y Arquitecto Rodríguez, y hasta ahora ha sido utilizada para el estacionamiento de vehículos.
Cierto es que las ordenanzas no permiten el aparcamiento en solares, sobre todo si son municipales, aunque la declaración de Ribó fue más allá, al hablar incluso de la preferencia de utilizar las calles para otros usos, penalizando el parking a los vecinos afectados. Defendió que alrededor del solar citado debe haber aparcamientos poco utilizados. «En todo caso intentaremos buscar alternativas», dijo.
La estrategia del Consistorio se ha reflejado también estos meses en las calles del Cabanyal y el Canyamelar, donde la ampliación de aceras está ya acabada por completo en Reina, Barraca y Doctor Lluch. En todos los casos se ha reducido el espacio de estacionamiento, al pasar de batería a cordón o simplemente con la supresión de plazas, al ganar más espacio para los viandantes. Las modificaciones han generado críticas de algunos vecinos, dada la dificultad de estacionamiento en el Marítimo. La solución es buscar una plaza en un aparcamiento de pago.
Para no penalizar tanto a los residentes durante las obras, la concejalía de Desarrollo Urbano habilitó un solar entre la calle Doctor Marcos Sopena y el paseo de Neptuno, donde se ha previsto la construcción de viviendas de renta libre, un polideportivo y un bloque de oficinas. La parcela se asfaltó con motivo de la Copa América de vela.
El portavoz municipal de Ciudadanos, Fernando Giner, indicó tras conocer las declaraciones de Ribó que «cada vez es más difícil circular por Valencia, cada vez se tarda más en los trayectos y cada vez se puede aparcar en menos sitios. Por eso, el impuesto de circulación debe bajar». El edil recordó que este tributo «sí que es una obligación» y que se debe rebajar la tasa, lo que pedirá en la comisión de Hacienda.
