El gobierno tripartito del Ayuntamiento de Valencia ha eliminado más de 1.300 plazas de aparcamiento durante esta legislatura. Así, en las zonas de estacionamiento regulado (azul y naranja) se han reducido 330 plazas, mientras que la reurbanización, peatonalización y la construcción de carril bici han provocado la eliminación de cerca de mil plazas de aparcamiento.
Además, con la eliminación del aparcamiento nocturno en carril bus -con una extensión de cuarenta kilómetros- en toda la ciudad se han suprimido aproximadamente unas 10.000 plazas.
En cuanto a la creación de nuevas, durante los últimos cuatro años, el Consistorio capitalino solo ha creado 300 nuevas plazas de rotación, concretamente en el «parking» de la plaza Ciudad de Brujas junto al Mercado Central.
Poner en marcha este «parking» ha costado al Ayuntamiento más de once millones de euros, que deberá ir pagando a la Generalitat. En 2016, ambas partes firmaron un convenio por el cual el Consistorio recibía el aparcamiento a cambio del pago, en diez anualidades, de 11.314.963 euros por los trabajos ya realizados. Estos no contemplaban inicialmente (en el proyecto elaborado por el Gobierno del PP), la rampa ni la conexión con el vestíbulo.
Durante esta legislatura, el gobierno de Joan Ribó, y en concreto la política del concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, ha sido duramente criticada por una parte de los vecinos, taxistas, comerciantes y empresarios del sector de la hostelería que consideran que los planes en este departamento se han realizado sin consenso previo.
Al respecto, la candidata del PP a la Alcaldía de Valencia, María José Català, critica que el tripartito de Ribó «ha hecho más incómoda la vida de los valencianos con actuaciones como esta, en la que han suprimido cientos de plazas de aparcamiento en los barrios de la ciudad. Su política de movilidad ha sido nefasta, no solo porque ha complicado muchísimo los desplazamientos, sino porque, además, ha reducido la posibilidades de estacionamiento a los vecinos y ha perjudicado a la actividad económica con la prohibición de aparcamiento en el carril bus».
A su juicio, el tripartito ha gobernado durante los últimos cuatro años, «única y exclusivamente, para una parte de los valencianos, con imposiciones como los carriles bici, y sin tener en cuenta que un gran número de personas necesita también a diario sus vehículos para ir a sus trabajos, para llevar a sus hijos a los colegios o para desplazar a personas mayores».
Por todo ello, considera que el Ayuntamiento tiene que facilitar a los vecinos el estacionamiento en los barrios, «porque no todos disponen de plazas de ‘parking’, y, sobre todo, tiene que incrementar la oferta de transporte público de la EMT para darles alternativas».
Català considera que el actual gobierno municipal «ha basado su política de movilidad en una guerra sin tregua a los vehículos, lo que ha tenido como consecuencia que hoy el tráfico sea un problema serio para esta ciudad, cuando antes no lo era».
Fuente;: La Razón