Nos recuerda aquel acontecimiento glorioso y para siempre memorable día del 28 de septiembre de 1238 en que el invicto rey don Jaime I de Aragón reconquistó Valencia reestableciendo en su capital y reino la religión católica. Por eso se realizaba en esta roca una danza de moriscos (el pueblo les llamaba turcos) que, convertidos a la Santa Fe, expresaban con sus saltos y ademanes de regocijo el triunfo de la religión de Jesucristo.
Si bien es verdad que la entrada solemne del Conquistador se verificó el 9 de Octubre – festividad de san Dionisio-, día en que la liturgia del propio diocesano celebra la dedicación de la Santa Iglesia Metropolitana, la capitulación fue firmada por el caudillo Zaen -el vencedor de Zeyt-Abu-Zeyt- en la alquería de Ruzafa el 28 de septiembre y esta es la fecha que conmemora este carro triunfal. El destronado Zeyt, rey moro de Valencia, pidió que se le instruyera en la Religión Católica y recibió el santo bautismo bajo el nombre de Vicente Bellvis.
Esta roca también ha sido conocida como del Paraíso Terrenal. Fue construida en 1542 y renovada en 1702 para pasar a llamarse dese ese momento de La Fe. Más ya antes de esta renovación pasó, sin duda, a simbolizar esta virtud teologal, pues en una inscripción que llevaba la misma roca antes de la restauración de 1867 se decía que la Fe databa de 1674 y que la roca había sido construida en 1542.
También se leían, entre otros, los siguientes versos:
Surcando golfos de penas
viene a dar vida y consuelo
cargada de pan del cielo
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Delante pueden verse hoy estas inscripciones:
Se construyó en 1542 con el titulo de Paraíso Terrenal. Se renovó en 1702 dedicándose a la Fe. Debajo entre estos dos epígrafes, lleva un escudo de Valencia.
Detrás dice:
Fue restaurada en 1867 con motivo del segundo centenario de Nuestra Señora de los Desamparados. Después de la riada de 1897. Reducida de altura en 1912 por el tendido de los cables eléctricos. Restaurada en 1959 con motivo de la riada de 1957.
La restauración de 1959 fue realizada por Luis Roig d’Alos. En los paneles del cuerpo de la roca se representa, en preciosos óleos: la Transfiguración del Señor, clavos y corona del espinas, una escena del Gólgota, llaves del cielo, Espíritu Santo, Bautismo de Jesús, hostia, espigas, racimos de vid, Jesucristo predicando el Sermón de la Montaña, cruz, libro y áncora.
Lleva la roca en la parte de atrás una figura que personifica a Valencia con celada y túnica, la cual muestra el escudo de la ciudad y empuña una amplia bandera con una cruz que representa la fe de nuestro pueblo. En la parte delantera un gran escudo de la ciudad de Valencia en forma de ovalo, característica ésta última que no tiene antecedentes históricos en la heráldica valenciana.
La imagen de la Fe está representada por una figura femenina con los ojos vendados, lleva un cáliz con una hostia en la mano derecha y con la mano izquierda sujeta un libro contra su costado. La imagen actual es de 1815.