Roca de la Santísima Trinidad

Representa la creencia del pueblo valenciano en este altísimo misterio. Se erigió el año 1674, siendo regidores don Nicandro Dasio, don Luis LLoris, don Vicente Roig, don Severino Guinart, don Juan Navarro de Casque, don Pedro Jop Peris, racional; don Francisco Llorens, racional; don Joseph Gil, sindico procurador general; don Juan Lop, administrador, y mosén Vicente Madi, capellán de la ciudad y de la Casa de las Rocas; según se leía en las inscripciones que llevaba esta roca. Al momento de su construcción se llamó del Paraíso Terrenal y sobre ella se representaba el «Misteri d’Adam i Eva».

En lo más alto de la Roca y sobre una bola del mundo las figuras de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo en forma de paloma (la Santísima Trinidad).

Sufrió muchas transformaciones en el transcurso del tiempo. En 1702 fue renovada por el escultor Francisco Vergara (el Viejo), a quien se deben las figuras de Adán y Eva, que luego restaurará, en 1816, el sucesor de su taller, Vicente Marzo.

En 1855 fue objeto de una defectuosa restauración que obligó algún tiempo después en 1867 a encargar a reputados artistas que le devolvieran su primitivo carácter. Dirigió esta restauración Pedro Luis Brú.

Luego de la riada de 1897 ha de restaurarse de nuevo. En 1912 se reduce de tamaño, como todas las demás rocas por los artistas Sanchis Arcís y Palau. Es dorada por Gaspar Herrero. Y últimamente, el restaurador artístico municipal, don Luis Roig d’Alós, lleva a cabo una minuciosa y meritísima restauración en 1959.

[wp_ad_camp_1]Delante del basamento, a una y otra parte del mástil del tronco, hay escrito:

Se construyó en 1674
Restaurada en 1702 por Vergara el Viejo (Francisco Vergara)
Renovada en 1816
Restaurada en 1867, 2º Centenario de Nuestra Señora de los Desamparados
Después de la riada de 1897
Reducida de altura en 1912
Restaurada en 1959 después de la riada de 1957

A ambos lados del mismo basamento de la carroza hay unos medallones orlados con una estilización de hojas renacentistas, representando escenas bíblicas: la Magdalena a los pies de Jesús, los tres ángeles en la visita a Jacob, la torre de Babel, la creación del hombre, la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, Moisés con las tablas de la Ley. Detrás, la Ascensión del Señor. Arriba ya en el pedestal, el Eterno Padre arrojando a Adán del Paraíso.

En la parte delantera de la roca hay unas figuras que representan a Adán y Eva y tras ellos el ángel que, blandiendo una espada flamígera, los expulsa del Paraíso Terrenal. Un manzano nos recuerda el árbol del Bien y del Mal.

En siglos pasados, esta roca salía siempre la primera, y ante la Casa de la Ciudad, que estaba al comienzo de la calle de Caballeros, se detenía y hecho el silencio, en medio de una singular expectación se representaba sobre su plataforma el «Misteri de Adam i Eva o de la Creació del món» bellísima composición poética del siglo XVI, escrita en lemosín antiguo.

Los personajes, que representaban a los padres del genero humano, iban sentados en el foro y, al llegar a la Casa Consistorial, se ponían de pie para representar el misterio.

En el «Misteri de Adam i Eva» tomaban parte los siguientes personajes: «Deu Pare», «Angel Cherubí», «Angel del Llegó» «Adam», «Eva», «La serpent» y «la mort».

En 1825, después de hecho el recorrido, al pasar por la calle de Serranos se cayó toda la testera. Hubo de ser restaurada.

Ha sido restaurada entre 1994 y 1999 por Doña Pilar Carreras y Doña María José Velázquez; restauración patrocinada por Dragados y Construcciones.