Se construyó en 1665 con lo restante de dos rocas viejas y aprovechando la que existía desde 1512 bajo la advocación de San Vicente Mártir.
Bellísima la escultura que representa al Santo con hábito dominico y alas y con una espada flamígera en su mano derecha levantada en actitud de defensa y protección. Apoyado en el suelo y sujetándolo con la mano izquierda el escudo con los colores del Reino. Actitud esta, tal y como, según la tradición, se apareció sobre la puerta que existía en la plaza de San Agustín -llamada de San Vicente- en actitud de defender a la ciudad de la peste que se había extendido por Xátiva y amenazaba con invadir todo el Reino. Sobre su cabeza en una filacteria podemos leer «Timete Deum» (Temed a Dios), una de las frases extraídas del Apocalipsis y que el santo utilizaba en sus sermones.
[wp_ad_camp_1]Actualmente se puede leer en su parte posterior:
Se construyó en el año 1512 bajo la advocación de San Vicente Mártir.
Se transforma en la de San Vicente Ferrer en el año 1665.
Se restaura con motivo del segundo centenario de Nuestra Señora de los Desamparados en el año 1867.
Después de la riada de 1897.
Se redujo de altura en 1912.
Se restaura en el año 1959 con motivo del deterioro de la riada de 1957.
El pedestal lleva cuatro hornacinas que alojan sendas imágenes. La de la parte anterior aloja un relieve que representa el escudo del Reino de Valencia; la lateral derecha está ocupada por una figura de mujer con espigas y hoz y bajo ella un cuerno de la abundancia; la lateral izquierda, por otra figura femenina con una pala de hornero simbolizando al comercio y en la parte de atrás, un escudo ovalado de la ciudad de Valencia.
Sobre el escudo con los colores del Reino de la parte delantera, es decir, a los pies de la efigie de San Vicente, hay un cordero con las L L que simbolizan la lealtad de este pueblo.
En el basamento de la roca y en su parte derecha lleva, de delante a atrás, los siguientes atributos e inscripciones: dos L L con hojas de laurel; libro y bonete, también con laurel; unas disciplinas; capelo, libro y hojas de acebo; espada laureada, con la inscripción «Es la lengua valenciana, lengua del Espirit Sant, com se veu en este Sant».
Y en las cartelas de la parte izquierda del basamento; estrella de seis puntas, rodeada en su parte superior en forma de arco por ocho estrellitas pequeñas y, abajo, laurel; estrella de seis puntas, sobre una inscripción que dice «Ángel de la Paz»; una filacteria con la leyenda «Timete Deum et date illi honorem», un rótulo en el que se lee «Valencia a su patrón».
En la parte delantera lleva esta roca una escultura de Sansón desquijarando a un león. Representa la fortaleza y el poder sobrenatural de San Vicente Ferrer. Es grupo escultórico se hizo de nuevo en 1817.
En el Corpus de 1852, retirábase esta roca después de haber efectuado normalmente su recorrido y, al llegar a la esquina de las calles de Serranos y Roteros se vino abajo la imagen de San Vicente, quedando destrozada. En 1959 fue renovada con tal acierto que conserva sus mismos rasgos, su misma serena actitud, su misma apostura y elegancia.
Siempre ha llamado la atención esta escultura del Ángel de la Paz. El cronista Vicente Boix no pudo menos de expresar su admiración y hasta pondera con entusiasmo la magnifica espada de que esta armada la mano del Santo.
Tripulaba tradicionalmente este carro una graciosa danza de muchachos, llamado de los holandeses.