La ciudad que vio nacer el genio de Mozart será escenario hoy de una música bien distinta a la de las Bodas de Fígaro: Theresa May aprovechará la cena de trabajo con los jefes de gobierno de los 27 para convencerles de las bondades del “Chequers”, su proyecto de acuerdo para la futura cooperación entre Reino Unido y la Unión Europea cuando se consume el Brexit. El negociador europeo Michel Barnier ha reconocido estar dispuesto a mejorar la oferta de Bruselas en referencia a la frontera con Irlanda del norte y ha alertado de que se acerca “el momento de la verdad” para las negociaciones.
El negociador británico del Brexit -Dominic Raab, nombrado hace apenas unos meses tras la dimisión de David Davis- no pudo disimilar el papel clave que la cumbre tendrá a la hora de establecer las directrices o parámetros generales de lo que debe ser un acuerdo que evite un divorcio tormentoso entre Reino Unido y la Unión Europea. En una entrevista concedida a medios internacionales antes de su salida hacia la ciudad austriaca, Raab explicó que “Salzburgo será una reunión informal, pero a la vez debe ser un importante punto de inflexión, un punto crucial en el que dejemos claro que realmente hemos diseñado los contornos de un acuerdo definitivo”.
Por otra parte, los líderes europeos acuden a Salzburgo notando la tensa mirada de los mercados en sus espaldas: este pasado martes la libra abandonó una racha de seis semanas consecutivas repuntando. Los inversores empezaron a recoger beneficios y comportarse de manera más conservadora a la espera de noticias de la cumbre de la ciudad de Mozart. La divisa británica, hasta esta semana, fue fortaleciéndose hasta un cuatro por ciento desde su punto crítico a mitad de agosto, cuando se especuló con la posibilidad de que el Brexit se ejecutara sin acuerdo entre Londres y Bruselas.
Entre los líderes que delinearán el futuro inmediato de Europa hoy y mañana en Salzburgo estará el presidente español, Pedro Sánchez, que insistirá en la necesidad de que la Unión desarrolle una política común para enfrentarse a la crisis migratoria. Sánchez llegará a esta ciudad austriaca a primera hora de la tarde para asistir a una reunión con líderes del Partido Socialista Europeo y posteriormente se integrará a la cena de trabajo que tendrá lugar por la tarde noche y que significará el pistoletazo de salida de la cumbre. En la conveniencia de que Bruselas tome cartas en el asunto y lidere una respuesta unificada, Sánchez formará bloque con Angela Merkel y Emmanuel Macron, partidarios también de este enfoque. El propio Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, también hizo un llamamiento a dejar atrás el “resentimiento mutuo” y establecer un clima de cooperación que frene la crisis de inmigración ilegal que ha llevado a amplios sectores del electorado en buena parte de los Estados miembros a otorgar su confianza en las urnas a partidos de la derecha populista que ofrecen soluciones expeditivas al problema basadas todas ellas en la soberanía de cada país para proteger sus fronteras.
Fuente: La Razón