La pregunta de Albert Rivera cogió por sorpresa al presidente y a su equipo. «No esperábamos un ataque personal y, mucho menos, de la mano de una pinza entre Rivera y la presidenta del Congreso. Ana Pastor se salta su papel institucional. Fue un ataque coordinado», apuntan fuentes de La Moncloa. «El presidente fue generoso con Pastor en los actos del 40 aniversario de la Constitución, y la presidenta se saltó las reglas de forma consciente», apuntan las mismas fuentes.
Miércoles tarde. El golpe directo al hígado del presidente lo dejó tocado. La pregunta de Rivera hizo estallar la polémica cuestionando si el presidente hizo la tesis. El equipo del presidente con su jefe de gabinete, Iván Redondo, en coordinación con la vicepresidenta Carmen Calvo, toman las riendas de la situación y se conjuran para llevar adelante un plan de cinco puntos, que visto lo visto, se mostró clave en el desenlace de la «operación boomerang»: publicar la tesis, activar la contraofensiva política, formar un escudo de protección, provocar que el ataque se vuelva contra los promotores y, finalmente, exigir perdón por los ataques y rectificación de las acusaciones. El equipo de Sánchez tenía previsto publicar la tesis desde hace semanas. Esperaban el momento adecuado para hacerlo, pero Rivera rompió los esquemas. Tras el «ok» del presidente, se inician los trámites y se forma un argumentario. La tesis se podía consultar, estaba en el registro universitario, se habían publicado artículos en revistas especializadas y publicado un libro posterior, confirmado con Carlos Ocaña. Pero, dicho esto, se publicará para dejar sin efecto uno de los pilares de la acusación. Se organiza una contraofensiva política. Esa misma tarde, Iván Redondo, activa una conferencia del Presidente mañana en la Casa de América. La recepción a la invitación es positiva. Se espera una asistencia masiva del mundo empresarial, sociedad civil, mundo de la cultura, del deporte, y figuras reconocidas situadas en un «espectro político más cercano a otras formaciones que al PSOE». El acto estaba previsto esperando una ventana de oportunidad y a juicio de su equipo, el momento era el lunes. Un día después de la entrevista de hoy en La Sexta con Ana Pastor. «El presidente debe aprovechar el capital político que representa haber neutralizado un ataque personal, inquino y falso. Hará un discurso presidencial, humano y a la vez también político para aumentar la base social que apoya al gobierno». El título de la conferencia «Avanzamos».
Jueves. El día aparece sombrío. ABC publica que la tesis es un plagio. OK Diario acusa al presidente de tener un «negro» que le escribió la tesis señalando a Ocaña. Se levanta el escudo ante el presidente. Moncloa avisa que Pedro Sánchez iniciará acciones judiciales ante estas «informaciones falsas». Las «fake news» son el epicentro de la batalla. Desmontarlas es básico. Se anuncia la publicación inmediata de la tesis. Ocaña desmiente que fuera partícipe en su elaboración y la Universidad Camilo José Cela afirma que la tesis del doctor Sánchez se ajusta a las normas universitarias.
En el PSOE, se cierran filas. «Todo esto es una operación para sacar a Casado del foco. Tratan de evitar poner a Casado frente al espejo», afirma un dirigente territorial socialista. Otro se suma «quieren presentarlo, como hizo Rajoy con Zapatero, como un bobo solemne. Un tipo mediocre e incompetente. Es su estrategia cuando están en la oposición». Algunos silencios también han sido ensordecedores, pero el PSOE de forma mayoritaria cerró filas porque «el objetivo es desgastar al Gobierno, que no pase de septiembre».
Su familia se convierte en estas horas en su refugio. Sus hijas ven como su padre lo está pasando mal. Compinchadas con su madre, Begoña, le escriben en un papel un nota que dejaron el viernes en su mesa. Fue la primera alegría del día para Sánchez.
Viernes. La operación «boomerang» llega al momento clave. Se lanza la primera ofensiva del día. La tesis se publica a primera hora, se anuncian los exámenes preliminares que confirman que no hay plagio, que la tesis es original, en contra de nuevas informaciones. Era la sorpresa: «nadie esperaba que el presidente se autoevaluara». A mediodía, varios medios de comunicación confirman que las valoraciones de Moncloa. «No hay plagio, hay tesis, es pública y no hay nada que esconder. La tesis es original les guste o no», eran las conclusiones de Moncloa. A mediodía, tras la reunión del gobierno, Isabel Celaa, su portavoz, señala a PP y Ciudadanos como culpables de acusaciones falsas exigiéndoles una rectificación. El presidente acto seguido envió un burofax a los medios que lo acusaron exigiendo una rectificación. Este fin de semana sigue la actividad febril en Moncloa. Se prepara la entrevista de hoy en La Sexta y el discurso de mañana. «Hemos de demostrar que entramos de una manera y salimos de otra, que el presidente ha salido reforzado», afirman en su entorno. «Pedro está fuerte», señalan para añadir «tenemos vocación de seguir porque el ruido no abatirá a este gobierno». Por otro lado, rumores que apuntan a nuevas revelaciones que auguran otra semana compleja. De momento, en La Moncloa satisfacción porque la «operación boomerang», según su criterio, ha funcionado.
Fuente: La Razón