Sánchez maniobra para no comparecer por la tesis

La polémica por la tesis de Pedro Sánchez comienza a atragantársele a Moncloa. Las dudas sobre la autoría del doctorado del presidente del Gobierno no sólo impidieron rentabilizar la dimisión de Carmen Montón, trasladando la imagen de un Ejecutivo implacable y ejemplar, sino que eclipsó ayer dos de las medidas estrella del Gabinete: la exhumación de los restos de Franco y el avance en medidas contra la violencia de género. El enfado de los socialistas era considerable y obligó a un nuevo giro estratégico. De la defensa al ataque. Sánchez comenzó el día con un mensaje en su perfil de Twitter en el que anticipaba que tomaría medidas legales contra las acusaciones de plagio vertidas por «ABC». «Las informaciones aparecidas en algún medio de comunicación que sostienen la existencia de plagio en la redacción de mi tesis doctoral son rotundamente FALSAS. Emprenderé acciones legales, en defensa de mi honor y dignidad, si no se rectifica lo publicado», destacó. Pero la bola seguía creciendo y el líder de Ciudadanos, consciente de haberse hecho un hueco con la erosión al Gobierno, anunciaba que pediría la comparecencia del presidente en el Congreso. Esta iniciativa no preocupaba en exceso a los socialistas mientras no contara con el PP, pues el Grupo Parlamentario de Ciudadanos por sí mismo no tiene peso suficiente, se necesitan dos grupos o 70 diputados para registrar una comparecencia. A primera hora de la mañana el PP no estaba en eso y sólo exigía que Sánchez diera explicaciones públicas ante los periodistas, como en su día hizo Pablo Casado.

La intención de Pedro Sánchez no es comparecer en el Congreso, pues en Moncloa consideran que supondría seguir alentando una polémica que «no se sostiene». Cuando el PP anunció que se sumaba a Ciudadanos, dando forma a la comparecencia, y hasta su socio Pablo Iglesias le animaba a que publicara el doctorado, porque «es lo más sensato», el Gobierno se vio obligado a dar un paso más. El presidente autorizó que se hiciera público. «Para facilitar aún más el acceso a mi tesis, que ya estaba colgada en Teseo desde hace meses, se abrirá en su totalidad a lo largo del día de mañana –por hoy–», anunció en un mensaje en su perfil de Facebook.

En el Gobierno consideran que este importante paso contribuirá a desactivar la polémica y cerrará la vía a tener que dar explicaciones públicas de su doctorado en el Congreso. En todo caso, el presidente tiene la potestad de pedir comparecer a petición propia en caso de que vea que ésta es ineludible. No obstante, Sánchez sí tiene una opción para eludir la comparecencia. Tras registrarse, paso que ya dieron ayer Ciudadanos y PP, la petición debe ser calificada por la Mesa del Congreso. A pesar de que la Mesa es un órgano técnico y no de naturaleza política, PP y Ciudadanos tienen mayoría en el mismo y por las últimas actuaciones de Ana Pastor, los socialistas asumen que «no tendrían más remedio que darle curso». Sin embargo, este equilibrio de fuerzas cambia en el Junta de Portavoces, donde sí están representadas las formaciones nacionalistas y soberanistas –que no lo hacen en la Mesa–, con lo que el PSOE tendría mayoría con sus socios de la moción. Si la directriz de Moncloa es que Sánchez no comparezca, éste será el momento para vetar su comparecencia.

La intención de que Sánchez no acuda al Congreso para explicar los pormenores de su doctorado ya la explicitó la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que se preguntó si «tiene que comparecer un presidente acerca de su tesis cuando lleva años en el TESEO», la base de datos que recoge la ficha técnica y un breve resumen de la tesis, y que permite ver en qué lugar puede consultarse el trabajo académico. Ésta será la plataforma a través de la cual hoy se podrá acceder al trabajo del presidente: «Innovaciones en la diplomacia económica española. Análisis del sector público (2000-2012)».

En Moncloa se muestran convencidos de que la publicación de la tesis servirá para despejar cualquier sombra de duda sobre Sánchez, al tiempo que les cargará de argumentos contra el líder del PP, Pablo Casado, para exigir que «tome ejemplo» y también publique el contenido de su Trabajo Fin de Máster (TFM) «del que sólo ha enseñado su portada». Sánchez achaca esta «campaña de desprestigio hacia mi persona» a que «quienes gobernaban hace cien días no han asumido que hoy son oposición (…) No asumen que perdieron la moción de censura» y por ello y «ante la ausencia de propuestas que convoquen a la mayoría social del país, el conservadurismo (PP) y el neoconservadurismo (Cs), se han unido» para promover un ataque en lo personal contra él. «Abierta la puerta, todo vale», se lamentaba el presidente recordando que ya le habían llamado «aliado de ETA» y el «mejor abogado del independentismo». «No sé de qué me sorprendo», zanjó.

Fuente: La Razón

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