Sánchez, obligado a explicar su tesis en el Senado en noviembre

Quiera o no quiera el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendrá que comparecer como muy tarde en el mes de noviembre en el Senado para explicar su tesis doctoral y las dudas sobre su autoría. El Gobierno comunicó ayer a la Junta de Portavoces de la Cámara Alta que no atenderá esa petición de comparecencia porque el Reglamento no le obliga. También justificó el «portazo» al Senado en que el control al presidente del Gobierno debe circunscribirse a cuestiones relacionadas con la gestión del Ejecutivo, y un Pleno monográfico sobre la tesis doctoral que cursó Sánchez en la Universidad Camilo José Cela no se ajusta a ese criterio.

Durante su última visita a Estados Unidos Sánchez se había comprometido en rueda de prensa a atender esta petición de comparecencia, aunque ya entonces declaró que entendía que no estaba justificada. De hecho, la previsión parlamentaria era que se concretarse el próximo día 23, porque ésta fue la fecha que el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes planteó la semana pasada como disponible para que el presidente acudiera al Pleno de la Cámara.

Además de esta citación en Pleno, el jefe del Ejecutivo acumula otra solicitud de comparecencia en el Senado –cámara en la que el PP tiene mayoría absoluta– para abordar el problema de la inmigración.

El «no» de ayer del Gobierno no va a permitir a Pedro Sánchez sortear la exigencia de explicaciones en el Senado. De hecho, políticamente es una jugada de muy corto recorrido. El conflicto institucional está abierto en canal. El presidente del Senado, Pío García Escudero, del Grupo Popular, ha dirigido un escrito a Presidencia del Gobierno que recoge el acuerdo de la Mesa del Senado por el que se aprueba la petición de que Sánchez comparezca en Pleno por el caso de la tesis. El escrito deja abierta la fecha, y fuentes de Presidencia del Senado lo justifican en la importancia de sentar «un precedente que coloque al mismo nivel al Congreso y al Senado», aunque el Reglamento de la Cámara Alta no haga obligatorias estas comparecencias en Pleno.

El Grupo Popular esperará hasta que se cumpla el plazo del día 23 que se había dado el Gobierno inicialmente. Si para esa fecha no hay respuesta, pondrá en marcha la comisión de investigación sobre la tesis de Sánchez, para lo que necesita el apoyo de otro grupo, y este requisito lo tiene salvado con el apoyo de Foro Asturias o Ciudadanos. La condición que fija el Reglamento es que la petición la firmen 25 diputados de, al menos, dos grupos distintos.

En una semana, por tanto, puede estar constituida la comisión, y la primera solicitud de comparecencia será la del jefe del Ejecutivo con un margen obligado de tres semanas desde que se le comunique. El presidente del Gobierno sí tiene la obligación de acudir a una comisión de investigación parlamentaria, salvo que alegue razones de agenda. A mediados de noviembre tiene fijado un viaje a Guatemala. A este respecto, el portavoz del Partido Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, expresó su confianza en que Sánchez «recapacite» y acuda finalmente a la sesión plenaria del día 23. «El objeto será conocer la verdad sobre su tesis, si ha mentido, si existe plagio y hay un engaño al conjunto de los españoles. De una forma u otra vendrá a esta cámara sobre su tesis doctoral por mucho que se resista». El vicepresidente de la Cámara, Pedro Sanz, aseguró que si el presidente no comparece se situará en una situación de rebeldía: «Este es el juego democrático, las mayorías deciden le venga a uno bien o mal. Es el funcionamiento del sistema».

En Moncloa, la sombra de la duda sobre la tesis de Pedro Sánchez es un asunto que causa especial rechazo. Hasta ahora se ha intentado no alimentar la polémica: se blindó la figura del presidente, se público el doctorado y se vetó la comparecencia en el Congreso con ayuda de los socios de la moción de censura. Un veto que tuvo ayer su extensión en el Senado con la negativa a acudir por parte del jefe del Ejecutivo. Desde Moncloa se había intentado pactar con el PP que no se tratase de un pleno monográfico sobre el trabajo del presidente, sino que se abordasen otros temas de política general. Los populares negaron este extremo, lo que ha provocado finalmente el rechazo de Sánchez a asistir a la Cámara Alta. En el partido consideran «excesivo» dar tanta trascendencia a un asunto que creen superado, dado que el presidente ya dio sobradas pruebas de la autoría y regularidad del doctorado. Sin embargo, este criterio contrasta con las palabras del propio Sánchez pronunció, resignado, hace unas semanas: «Si el PP quiere que comparezca, compareceré».

La decisión la comunicó el portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil. «El presidente no va a venir arrastrado ni de la oreja ni de la solapa», como dijo el portavoz del PP. «Este gobierno no se arrastra», zanjó. «El presidente del Gobierno ha expresado varias veces su voluntad de abordar un debate de política general en el Senado», destacó, al tiempo que consideraba que «ha sido el PP el que quiere convertir las comparecencias en un lodazal». De este modo, Gil puntualizó que Sánchez no va «a contribuir al lodazal en el que lo quiere convertir el PP». Los socialistas se agarran a que el Reglamento de la Cámara no regula la obligación del presidente a acudir a este tipo de comparecencias y acusan al PP de hacer un uso torticero y partidista de las instituciones que controlan. Además, puntualizan que no se trata de un asunto derivado de su gestión política, sino de una cuestión vinculada al ámbito académico y personal del presidente que sólo busca el desgaste.

Fuente: La Razón

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