Sánchez se la juega y elige un escenario apto para abucheos

Para su último desfile militar como presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero eligió en 2011 un recorrido que se bautizó como «antiabucheos». La idea era simple: situaba la tribuna presidencial en el centro de la Plaza de Neptuno y la rodeaba de palcos de invitados, dejando a los ciudadanos a más de 300 metros. Esa distancia, sumada a que se trata de uno de los puntos más estrechos del eje Prado-Recoletos-Castellana y que está en curva, convertía la zona en una burbuja.

Siete años después, Pedro Sánchez se estrena en una parada militar. Será el viernes con motivo del Día de la Hispanidad y todo apunta a que el recibimiento ciudadano no será de su agrado y que los pitos y los gritos exigiendo elecciones serán la tónica de la mañana. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo no se amilana y ha decidido mantener el recorrido del año anterior (con la tribuna en el estadio Santiago Bernabéu) en una zona más amplia y con el público algo más cerca, a unos 200 metros.

Es el mismo recorrido que el año pasado, aunque algo más corto, con la única diferencia de que la tribuna Real estará en la acera contraria a la del año pasado (ahora se situará en el lado del Santiago Bernabéu), lo que obligará a los militares a saludar al Rey con vista a la izquierda, en lugar de a la derecha, como es lo habitual.

Y también es muy parecida tanto la participación de efectivos como el coste. Habrá unos 4.000 uniformados, 88 aeronaves y 152 vehículos y el coste rondará los 624.000 euros.

Y entre las novedades de este año, la participación de un escalón motorizado cuyos componentes pertenecen a Protección Civil y Salvamento Marítimo, miembros de la Fuerza Anfibia hispano-italiana por el 20 aniversario de su creación y aviones de la Academia General del Aire, que celebra su 75 cumpleaños. Además, volarán helicópteros de Salvamento Marítimo y de la Policía Nacional. Pero también, con motivo del 175 aniversario de la bandera, desfilarán seis réplicas de enseñas históricas, como la de Alfonso XII o Carlos IV.

El resto, calcado a ediciones anteriores. De esta forma, a las 11:00 horas los Reyes llegarán a la Plaza de Lima, donde serán recibidos por el presidente, Pedro Sánchez; la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Fernando Alejandre.

Tras los honores y saludos protocolarios, Felipe VI procederá a pasar revista a las tropas y acto seguido, un paracaidista bajará desde el cielo con la bandera de España, la cual izarán tres militares, un guardia civil y un policía. Llegará entonces el homenaje a los que dieron su vida por España, con «La muerte no es el final», el toque de oración y la salva de ordenanza, el momento más emotivo que concluirá con la pasada de la Patrulla Águila pintando los colores de la bandera en el cielo.

Arrancará entonces el desfile aéreo, con las citadas 88 aeronaves y una duración de 7 minutos y medio. Una vez vuelva a pasar la Patrulla Águila comenzará el terrestre. Abriéndolo estará el escalón motorizado, con el mando del desfile y los veteranos, seguido de blindados participantes en misiones en el exterior, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la UME y Salvamento Marítimo. Tras ellos, el escalón a pie, en la que estarán las banderas de época y efectivos de todos los cuerpos. La Legión, los Regulares y las unidades a caballo pondrán fin a esta parada militar. Tras ella, los Reyes ofrecerán una recepción a las autoridades.

Fuente: La Razón

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