Tal día como hoy del año 1917, por orden gubernativa, se cerró el Teatro de la Princesa y se multó con 500 pesetas a las artistas “Preciosilla” y “La Chelito” que debutaban con un espectáculo de variedades, debido a las excesivas procacidades exhibidas por las dos artistas en el escenario.
El teatro de la Princesa estaba emplazado en la calle Moro Zeit. Fue cerrado y abandonado alrededor del año 1990. En octubre de 1999, un grupo de okupas se introdujo en el edificio, pero fueron desalojados por la policía. Se produjo la muerte de un okupa, que se había caído desde una altura de treinta metros.
El 27 de febrero de 2009, un gran incendio destruyó el teatro.
Manuela Tejedor Clemente (Calatayud, 7 de junio de 1893-Madrid, 12 de noviembre de 1952), de nombre artístico “La Preciosilla”
Debutó con quince años en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. En la época, el mundo de las variedades estaban muy próximas a la prostitución de lujo y “Preciosilla” no fue de las que hizo ascos al dinero que le proporcionaban sus escarceos eróticos. Tampoco le importaba cantar las letras más picantes con salero y poca ropa.
Gracias a su fama pudo ir a América, y ganó mucho dinero. Volvió a España con una pequeña fortuna, que pudo ampliar posteriormente. Continuó sus relaciones con aquellos que podían darle un beneficio económico e incluso se rumoreó un romance con Jacinto Benavente.
“Preciosilla” seguía actuando en la década de 1930, superando el cambio de los gustos que se había producido. De ideología franquista, pasó la Guerra Civil en Madrid, de donde no pudo salir, y actuó para las tropas republicanas. Tuvo dificultades por su ideología e incluso una vecina marxista quiso asesinarla. Se retiró tras la Guerra, dedicándose a invertir su dinero. Tras su muerte, el 12 de noviembre de 1952, su hermana, Mercedes, viuda, que también había sido cupletista con el nombre de “Mussetta”, heredó más de cinco millones de pesetas. Mercedes, que construyó un mausoleo para su hermana, murió el 19 de diciembre de 1963, dejando el dinero de ambas a fundaciones piadosas.
Consuelo Portela, fue conocida artísticamente como “La Chelito” (Cuba, 1885 – Madrid, 20 de noviembre de 1959). Hija de un Guardia Civil, nació en la isla caribeña, cuando aún era colonia española.
Pionera en el género del cuplé picaresco, ganó enorme popularidad con canciones cuya letra apenas ocultaban el doble sentido, como “Pantorrillas”, “La noche de novios” o “La pulga” cuya letra comenzaba así:
Hay una pulga maligna
que a mí me está molestando,
porque me pica y se esconde,
y no la puedo echar mano…
La letra de este cuplé iba acompañada de la búsqueda del “bichito” por las partes más íntimas de su cuerpo.
Se retiró de la vida artística en el año 1928 para dedicarse a los negocios empresariales, montando un teatro y una cafetería en lo que más tarde sería el Teatro Muñoz Seca de Madrid.
Las dos cupletistas formaron una pareja artística que dió mucho que hablar durante años. Si por separado eran las reinas de la sugerencia y la picardía, unidas se convirtieron en la pareja imbatible del espectáculo sicalíptico, con sus sensuales rumbas y machichas. Debido al enorme éxito que tuvieron desde su debut y a cierta compenetración de tipo personal, los egos de ambas cupletistas se unieron -y disolvieron- en aras de la fama y la fortuna. Su número consistía en una rumba o una machicha, en sugerente deshabillé, y se incluían obritas con títulos como «¿Qué será?», «Hay que buscárselas» o el entremés sicalíptico «La prueba». Llegaron incluso a desafiarse en escena, por ver quien se contoneaba más o se cubría menos: la falta de corsé y otras prendas interiores se evidenciaba bajo los livianos conjuntos caribeños, de cuyas faldas se desprendían frecuentemente.
En las imágenes vemos la fachada del teatro Princesa antes de su demolición; una imagen de “Preciosilla” del año 1910 cuando contaba con 17 años; fotografía de “La Chelito” y “La Chelito” y “Preciosilla” bailando juntas su célebre rumba.