Si usted tuviera vergüenza, se iría Sr. Ribó.
Pero usted no tiene. Es más, sospecho que desconoce lo que es, como puede que desconozca también lo que significa «grotesco».
En su descargo de culpa puede aducir que usted no es más que un pobre ignorante, zafio patán ordinario, al que entre unos y otros, encumbraron a un puesto que jamás, por dignidad debió aceptar.
Se lo digo con cariño. Desde mi ingenuidad. Desde esa ingenuidad que esperaba una rectificación de caballero, un salir y decir:
«Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir» … 😉
o
«Lo lamento, llevaba unas cuantas copas de más y se me fue la boca»
Cosas que hacen las personas cuando meten la pata, o si no quería rectificar, por lo menos actuar como un «señor» y salir y decir: «Mirad, es lo que pienso. Las fallas son una mierda , y por mi .. ¡qué les den!»
El problema es que usted tampoco sabe lo que es el honor, la decencia y la honestidad.
Tal vez no fue a la escuela el día que lo explicaron. Tal vez.
Mire, pero lo peor… lo peor de que a uno lo insulten, es que además se rían de el. Que lo consideren un tonto del culo predispuesto a comulgar con ruedas de molino.
Es lo que mas o menos ha hecho su (mi) ayuntamiento en su comunicado oficial.
Comunicado Oficial:
Las declaraciones del alcalde en Radio Alicante se enmarcan en una entrevista, en la que Joan Ribó remarca la profusión de sátira que emana en las fallas de València, y como en las Fogueres de Alicante también se ha visto más crítica este año que en anteriores. Así, cuando apela al sentido “grotesco” está haciendo una referencia a lo “satírico”, que es la base de las fallas, porque las fallas tienen que ser críticas, y cada año hacen gala de la socarronería y la sátira.Las fallas y les fogueres, son fiestas singulares, cada una con sus propias características, unidas por elementos comunes como son el fuego, o la pirotecnia. Es bueno que nuestras fiestas y tradiciones se conozcan más entre sí, y potenciemos los valores artísticos que cada una tiene, así como los valores de “germanor” que se demuestran entre las personas que viven estas fiestas.
¿A quién intenta engañar? ¿De quien sigue queriendo reírse?
¿En serio piensa seguir burlándose de los que amamos esta ciudad?
¿En serio cree que le vamos a dejar que siga ensuciando su nombre?
¿Espera que todos los que amamos las fallas nos quedemos calladitos, sin decir nada?
Los falleros y falleras se han sentido ofendidos por sus palabras, han sentido su burla soez de lo que aman.
Se han indignado cuando, después, les han intentando convencer como a pobres pazguatos que no, que es que quería decir satírico, que es que satírico y grotesco es lo mismo, que es que…
¿ «Tras de cornudo, apaleao» ?
¡Basta ya!
Ya ve, Sr. Ribó. Si tuviera vergüenza (o decencia) saldría ante todos, pediría disculpas y cogería su bicicleta y se iría lejos, muy lejos… muy, muy, lejos.