Toni Acosta: «Intento no tener muchas expectativas, pero ofrezco siempre mi mejor versión»

Toni Acosta (Tenerife, 1972) está en una buena racha artística. Trabaja mucho en la sombra, asegura, para dar la mejor versión de sí misma. ¿Será este el motivo por el que nunca hay una mala versión de Toni Acosta? Lo que sí es evidente es que Rambleta, que hoy comienza a celebrar su séptimo aniversario, ha elegido «Placeres íntimos», obra en el que Acosta ejerce un papel protagonista, para dar el pistoletazo de salida a un curso tan especial. Hoy y mañana, en la sala valenciana.

-¿Cómo valora el momento profesional que está viviendo?

-Muy activo. Esta profesión tienen rachas de trabajar mucho y de realizar esfuerzos que no se ven: formarte, seguir leyendo, seguir estudiando. Afortunadamente tengo una racha de seguida muy seguida, en la que estoy enganchando un proyecto tras otro. Esto me hace muy feliz y quiero aprovecharla.

-Se valora lo que hay de cara a la sala de butacas, pero no todo lo que hay tras el telón.

-Yo hablo de una parte visible del trabajo, y de otra invisible. Lo cierto es que es tan importante una como otra. El que llega al público es el resultado de mucho tiempo y mucha inversión.

-Solo se ve la punta del iceberg.

-Es una metáfora buenísima. Incluso en las películas, cuando interpretas a personajes secundarios, hay horas y horas de preparación para conseguir unos minutos en pantalla.

-¿Contenta con esta adaptación de «Placeres íntimos»?

-Muy contenta. Creo que trata un tema universal, que son las relaciones de pareja. Da igual dónde y cómo se represente. Las relaciones de pareja que entran en crisis tras tantos años, o que sus integrantes han cambiado y ya no les llena la relación, es algo real y actual. Te lo puedes llevar a Francia, a Reino Unido… Nosotros la hemos traído a España, y a mí me gusta mucho el enfoque del autor, aunque la obra haya sido adaptada para poder enfocarla con temas de aquí.

-Si trata un tema tan común, ¿qué tiene de diferente esta obra?

-Es muy descarnada. Normalmente no nos atrevemos a mirar de verdad en lo que nos pasa. Esta función provoca carcajadas. Cuando uno se pone a mirar una discusión que no le afecta a él le acaba dando la risa. Con esta obra pasa eso. El autor no tiene miedo, entra a saco con el tema. No le da miedo que los personajes se digan de todo, se echen mierda, se saquen toda la basura durante las discusiones.

-El mensaje, por tanto, es claro: la vida y el amor desgastan.

-El punto de partida es la muerte. Esto sitúa a los personajes ante un melón muy grande por abrir: una relación fraternal y familiar en la que hay mucho rencor. La orfandad es el motor verdadero. Todo lo demás que pasa, todo lo que se atreven a decir, parte de que se quedan solos. Desde el dolor se dice todo, desde la impunidad que parece que da el dolor.

-¿Qué me dice de sus compañeros de reparto?

-Estoy deseando subirme de nuevo al escenario con ellos. Cada vez que subo con ellos es un viaje en el que nos miramos a los ojos y nos dejamos llevar. Con Javi Coll ya había trabajado en otras ocasiones, pero lo que hace aquí me parece brutal. A Cristina Alcázar y Francisco Boira les conocía, pero no había tenido el placer de trabajar junto a ellos. Me parece un verdadero placer compartir escenario con ellos.

-¿Y del público valenciano y de una sala tan exigente como es Rambleta?

-Intento no tener muchas expectativas. Ofrezco el trabajo, mi mejor versión, y ya veremos lo que pasa. No me gusta hacerme expectativas. Me gusta llegar, oír y ver qué ocurre.

-¿Hacia qué futuro mira Toni Acosta?

-Acabo de terminar de rodar la última película de Santiago Segura. En enero terminé el rodaje de una serie que me ha costado muchísimo y que tiene un gran reparto valenciano. Y, por supuesto, seguir con la gira de «Placeres íntimos». Después de eso… Me tocará descansar un poquito, aunque tengo otra película ya programada para abril.

Fuente;: La Razón

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