Traslado VIP: un furgón a estrenar para los presos del «procés»

Casi siete meses después de ser trasladados a Cataluña, los nueve dirigentes independentistas presos realizaron ayer el viaje de vuelta a Madrid para afrontar los últimos días antes del inicio del juicio del «procés», previsto para el 12 de febrero. Un camino a Soto del Real –Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Turull, Joquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart– y Alcalá Meco –Carme Forcadell y Dolors Bassa– «de estreno». Los nueve dirigentes tuvieron el «honor» de hacer el viaje desde Brians 2, donde se hizo el intercambio con los Mossos d’Esquadra, a las cárceles de Madrid en un autocar de la Guardia Civil completamente nuevo que no se había utilizado con anterioridad, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del traslado.

Uno de los motivos por los que se optó por usar un vehículo nuevo fue para evitar que los dirigentes independentistas presos tuvieran que respirar los malos olores que quedan a veces tras ir de un centro penitenciario a otro. De hecho, la Benemérita se preocupa de esterilizar y adoptar todo tipo de medidas higiénicas en los vehículos usados en cada traslado, lo que no evita que en ocasiones quede un cierto «olor a choto», según comenta con un agente. Una circunstancia inevitable en este tipo de situaciones.

Otro asunto llamativo en el traslado de los dirigentes independentistas presos es que mujeres y hombres viajaron ayer en el mismo furgón y no en vehículos diferentes, como acostumbra a ser habitual. El asunto, según las mismas fuentes, no tiene mayor importancia ya que la Guardia Civil optó por hacerlo de forma conjunta para garantizar la seguridad de un traslado que se produjo sin sobresaltos en el interior del furgón, donde cada preso iba en una «celda» individual con respiradero.

Fuera, en los exteriores, la salida de los líderes independentistas de las cárceles catalanas contó con un importante apoyo del Govern y menos agitación independentista en la calle de lo esperado pese a las convocatorias y arengas de las entidades, los CDR, Junts per Catalunya y ERC.

De hecho, la afluencia no fue masiva y sólo se produjeron algunos incidentes puntuales en el traslado de Carme Forcadell de la cárcel de Mas d’Enric en Tarragona a Brians 2, el punto de intercambio, por una carga leve contra un grupo de manifestantes que quería interrumpir el paso. En Lledoners, donde estaban Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Turull, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, un grupo de independentistas obligó a cortar durante una hora la carretera adyacente al tirar aceite a la calzada. Este primer tramo se hizo de madrugada, entre las 5.45 horas y las 6.45 horas. En el apartado de incidentes también destaca el ataque a la sede de la Fiscalía Superior de Cataluña en Barcelona con botes de pintura.

En el plano político, el Gobierno catalán en pleno se desplazó hasta la cárcel de Brians II a para reunirse por última vez antes del juicio con los dirigentes encarcelados y dar así carácter institucional al traslado.

Allí, coincidieron unos minutos en una misma sala los miembros del Govern de Torra y los dirigentes encarcelados tras realizar los trámites burocráticos de rigor entre las 8.00 horas y las 9.30 horas. Fuentes del Ejecutivo catalán explican que el president y su gobierno dieron mensajes de «ánimo» y «fuerza» a los dirigentes presos y se esperaron hasta la salida del furgón de la Guardia Civil, cerca de las 9.30 horas. Luego, el Govern se citó en una reunión extraordinaria y Torra leyó una declaración solemne de apoyo a los presos.

Una vez en los centros madrileños, donde llegaron pasadas las 16 horas, los nueve presos fueron reconocidos por un equipo médico y recibieron, como el resto de internos, un lote de productos higiénicos, ropa de cama y cubiertos. Pasadas las primeras horas, serán los directores de los centros penitenciarios los que, reglamentariamente, decidirán el módulo de destino de los procesados. Sin embargo, se procurará que vuelvan a la situación anterior a su traslado a Cataluña. Sànchez y Cuixart estuvieron en el módulo de respeto de Soto del Real, donde ahora también están Junqueras y los demás ex consellers para facilitar así sutraslado al Tribunal Supremo durante los meses que dure el juicio. Por su parte, Carme Forcadell y Dolors Bassa volverán al módulo de respeto de Alcalá Meco, donde ya estuvieron antes de ser trasladadas a Cataluña.

Fuente: La Razón

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