El juzgado de instrucción número 11 de Valencia ha incoado diligencias a raíz de la querella interpuesta contra el director del Hospital Virgen del Consuelo, un médico y una supervisora de enfermería, así como contra el propio centro sanitario como responsable civil subsidiario, por un paciente al que se le diagnóstico gripe cuando, realmente, había contraído malaria. Así consta en un auto al que ha tenido acceso a Europa Press, en el que el juez aprecia que puede haber existido infracción penal y decide incoar diligencias previas y solicitar la remisión de la historia clínica completa del paciente.
Según figura en la querella, los hechos se remontan al pasado 4 de marzo, cuando el paciente –representado por Ignacio Grau, abogado penalista de Rocabert&Grau Abogados– acudió al servicio de Urgencias del hospital aquejado de fiebres altas con varios días de evolución. Allí, informó al médico que le atendió de que viajaba frecuentemente a Africa, por lo que pidió que se le practicara la prueba de la malaria. No obstante, el facultativo, tras recibir una analítica, le contestó que no sufría esa enfermedad, le diagnosticó gripe y «le prescribió paracetamol y a casa».
Tras continuar con fiebre y otros síntomas como vómitos, deshidratación y color de piel amarillento, el hombre fue trasladado de nuevo a Urgencias del hospital en una ambulancia el 7 de marzo. Y tras reiterar los familiares que le acompañaban que el paciente viajaba frecuentemente a Africa y rogar que se le practicara la prueba de la malaria, los facultativos siguieron negándosela.
Un día después, el 8, un internista diagnosticó al paciente ictericia y, tras más quejas y peticiones de la familia, finalmente se le realizó la prueba aunque tardaron un día más en darle el diagnóstico. La mañana del día 9, ante el empeoramiento del enfermo, los parientes se pusieron en contacto con la supervisora de enfermería de planta, «recibiendo como respuesta que no había médicos de su aseguradora en el hospital en dicho momento que le puedan atender». INGRESO EN LA UCI
Esa misma tarde, y como la medicación administrada hasta ese momento no surtía efecto, se llamó de nuevo a un médico, que resultó ser el primer facultativo que le atendió en Urgencias. Este, de acuerdo al relato de la querella, reconoció su error y ordenó el ingreso en al UCI del paciente. El médico especialista trasladó a la familia la gravedad del enfermo, que presentaba, entre otras afecciones, edema pulmonar, disfunción hepática, fracaso renal con necesidad de transfusiones de sangre y diálisis, encefalopatía leve, erupción cutánea y anemia.
En la actualidad, el hombre, que continúa de baja laboral, está «milagrosamente recuperándose», según señala su letrado, que apunta que ha sufrido mucha pérdida de peso.
Source: Comunitat Valenciana