Una subida del IRPF a las rentas más altas recaudaría 400 millones más

Los técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, han calculado que la subida del IRPF a las rentas superiores a 150.000 euros afectaría al 0,46% de los declarantes, es decir, a 90.788 contribuyentes, y recaudaría 400 millones de euros más al año.

El sindicato ha estimado que, si tal medida sale adelante, los afectados deberán contribuir con una media de 4.400 euros más anualmente, lo que se traduciría en un incremento del 2,1% de su factura fiscal.

No obstante, Gestha ha indicado que la recaudación que se lograría con esta medida podría aumentar en otros 1.500 millones si se alcanzara un acuerdo para equiparar la tributación de las rentas del ahorro con la de la renta general para quienes perciban rendimientos del capital de más de 50.000 euros e ingresen rentas totales por encima de los 150.000 euros, según apuntan las negociaciones.

En este caso, los técnicos han señalado que estarían afectados únicamente el 0,44% de los perceptores de las mayores rentas del capital, 86.198 personas, quienes abonarían un pago adicional de unos 17.300 euros, lo que supondría un aumento del 15,7%.

Paralelamente, Gestha ha destacado que esta medida reduciría la dualidad actual del IRPF, por la que 8.481 afortunados perciben rentas del capital de casi 900.000 euros de media, pagando menos de un 23% con el privilegiado régimen tributario de las rentas del ahorro.

Por otro lado, el sindicato ha advertido de que en el IRPF quedaría el «fleco» de reducir las ventajas fiscales que ofrecen los planes de pensiones, que son «regresivas» al disminuir la progresividad del impuesto y concentrar las mayores aportaciones en las rentas más altas. Actualmente, la organización ha asegurado que estas tienen un coste para el Tesoro de unos 2.000 millones en la parte estatal y autonómica.

Gestha ha añadido, además, que defiende la creación de tres nuevos tramos en el IRPF por encima de los 60.000 euros actuales, situándolos en los 120.000, 175.000 y 300.000 euros, tal y como hizo el Gobierno del Partido Popular en el periodo comprendido entre los años 2012 y 2014.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado que su departamento explora y estudia una subida del IRPF para las rentas superiores a 150.000 euros anuales, «que no pertenecen ni a clases medias ni a clases trabajadoras».

Montero ha insistido, antes de comparecer en la Comisión de Hacienda del Congreso para informar de los nombramientos de empresas públicas pertenecientes a la SEPI, en que el Ejecutivo no subirá los impuestos a las rentas medias ni bajas y ha avanzado que, de momento, no hay acuerdos en ninguna materia con Unidos Podemos.

«Estamos trabajando de forma intensa con Podemos satisfactoriamente. Creo que se están produciendo avances pero no somos de retransmitir negociaciones porque es bueno para la buena marcha de las mismas», ha dicho. Montero ha eludido pronunciarse sobre si el Gobierno había establecido o no líneas rojas en torno al IRPF y ha aseverado que las negociaciones son reuniones en las que cada uno lleva de forma prioritaria sus opciones y «evidentemente el diálogo consiste en encontrar posiciones que se acepten por ambas partes».

El Ejecutivo de forma clara sí ha dicho que «no va a subir la fiscalidad ni a la clase media ni a la trabajadora», algo que «sí es una línea roja». La ministra ha incidido en que las reuniones con la formación morada para negociar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado de 2019 «están avanzando» pero de momento no hay acuerdos cerrados.

Ha dicho que todos los elementos de la negociación «están encima de la mesa» y se «ha hablado de toda la fiscalidad». Montero se reunió ayer con el secretario de Organización y Programa de Podemos, Pablo Echenique, para abordar cambios en determinadas figuras tributarias, como en el impuesto sobre sociedades o en la creación de un impuesto a las transacciones financieras.

El grupo parlamentario de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea ha insistido en que es necesario aumentar la recaudación subiendo impuestos a las grandes fortunas o a las grandes empresas, con el fin de que contribuyan al Estado de bienestar y se puedan destinar más recursos a Sanidad, Educación o Dependencia. La formación morada también pide cambiar la regulación de las sicav, aunque de momento no se ha tratado esta figura tributaria.

Efe

Fuente: La Razón

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