Una victoria enturbiada para Mnangagwa en Zimbabue

La pacífica jornada electoral que se vivió en las calles en Zimbabue se tornó en violencia tras conocerse los resultados electorales en el país. Con el 50,8% de los votos, el líder del partido gubernamental de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ganó las elecciones presidenciales celebradas este lunes, frente al 44,3% conseguido por el opositor del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), Nelson Chamisa, según los resultados difundidos por la Comisión Electoral del país africano.

Sin embargo, el resultado electoral echó a la calle a los seguidores del líder de opositor Nelson Chamisa que denunciaron fraude en los comicios y no reconocen el resultado. De hecho, el opositor Chamisa aseguró que él es el verdadero ganador de las presidenciales, según un supuesto recuento alternativo que no ha querido publicar por razones «legales y políticas».

La tensión que se vive en el país desde que se facilitaran los resultados provisionales obligó a la comunidad internacional a reclamar prudencia y calma a los dos políticos enfrentados. El miércoles, y ante los primeros indicios de manifestaciones en la calle, el Gobierno sacó al Ejército en Harare para «restaurar el orden».

Imágenes emitidas por televisión y a través de las redes sociales muestran a los soldados disparando, apedreando e incluso sometiendo a latigazos a los jóvenes que planteaban una protesta de forma pacífica y tan sólo gritaban que querían justicia y democracia real. Desde entonces, el país está envuelto en el caos. Hasta el momento, al menos seis personas murieron como consecuencia de las protestas en la capital del país.

El presidente electo trató de rebajar la tensión. A través de Twitter, Mnangagwa indicó ayer que se siente «honrado» de ser elegido presidente y llamó a la unidad tras «estar divididos en las urnas». «Este es un nuevo comienzo. ¡Unimos las manos, en paz, unidad y amor, y juntos construimos una nueva Zimbabue para todos!», escribió en la red social.

Por el momento, Mnangagwa y el partido gobernante, ZANU-PF, son vencedores de las primeras elecciones generales que celebra Zimbabue tras el fin de la era Mugabe. Mnangagwa, apodado «el cocodrilo», es un veterano de guerra, de 75 años, que durante tres décadas fue la mano derecha del dictador Mugabe, a quien él mismo ayudó a destituir con un golpe de Estado que se concretó en noviembre de 2017. Ahora, se enfrenta a su mayor desafío: un país, dividido, cuya economía colapsó hace años y está cansado de la represión que sufrió durante 37 largos años. Reuters

Fuente: La Razón

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