España es, después de Japón, el segundo país más ruidoso del mundo. Según el último estudio «GAES-Ruido y audición en España», uno de cada cuatro españoles confiesa tener dificultades para conciliar el sueño debido al exceso de decibelios. En Valencia, la contaminación acústica, en concreto la provocada por los locales de ocio, fue uno de los problemas que trató de solucionar el Gobierno de Rita Barberá declarando cuatro Zonas Acústicamente Saturadas (Xúquer, Woody, Juan Llorens y El Carmen) en las que se limitaron los horarios y las terrazas de los establecimientos.
Ahora, la Administración que dirige Joan Ribó da un paso más allá y estudia controlar que se cumpla la ley no solo dentro del bar, restaurante, pub o discoteca, sino en su entorno más inmediato.
La concejala de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, tiene «en mente una ordenanza sobre convivencia» que regule ciertas normas de civismo que concilien de una vez por todas los derechos al descanso y al ocio.
«Estamos trabajando en ello. Buscamos promover ciertas pautas de convivencia, en especial por la noche, cuando se dan determinadas situaciones que actualmente se hallan en una laguna legal». En este sentido, explica que «uno de los grandes problemas de la noche no es solo el ‘botellón’, sino el ruido que se genera a las puertas de los locales. De la gente que sale a fumar o a tomarse una copa». A su juicio, «obviamente eso hay que regularlo, porque se generan casi más molestias que con el ‘botellón’». Al respecto, avanza que serían los hosteleros los que estarían obligados a que no se consumiera fuera del local y a vigilar que sus clientes no molestasen a los vecinos.
«El propietario no solo es responsable de puertas adentro, sino que habría que estipular un radio de puertas afueras. Un perímetro lógico y de sentido común sobre el que también tiene determinada responsabilidad. Lo que no es posible es que haya un grupo de personas chillando o cantando a las cuatro de la madrugada a la puerta de una discoteca, y sus dueños o el portero no hagan nada».
En la vigente ordenanza municipal se estipula que «la Policía podrá actuar en la vía pública y espacios abiertos, entre otros casos, cuando se eleve el tono de voz, grite o vocifere, especialmente en horario nocturno».
Source: Comunitat Valenciana