Los residentes aseguran que la nueva zona de socialización de perros genera intensos olores y la fuente central tiene el agua verde

La plaza Enrique Granados tiene un gran parque central que reúne cada día a muchas personas mayores del barrio que buscan una zona de sombra y cada tarde a decenas de niños que comparten juegos en las zonas infantiles, pero los residentes aseguran que este parque está abandonado.

Los vecinos explican que al escaso mantenimiento hay que unir un problema nuevo y es la falta de baldeo de la zona de socialización de perros de reciente creación.

Según explica uno de los residentes de este barrio, Reyes Amor, «cuando pusieron este nuevo servicio dijeron que iban a tirar agua y poner riego de aspersores para refrescar la zona de tierra donde está el espacio de socialización de perros, pero la realidad, es que no se hace y se genera un intenso olor que hace insufrible pasar por allí».

De hecho, detallan que es imposible sentarse en los bancos recayentes a la plaza que rodean la zona de animales por el hedor.

Otra vecina, que reside en una de las fincas más próximas a la nueva instalación, explica que «no podemos ni abrir las ventanas de casa porque los malos olores llegan hasta el último piso». Y es que, a la hora de crear este punto para los animales en lugar de hacerlo en otra parte del parque, se decidió poner a escasos metros de las fincas, «y todavía no estamos en verano. Cuando aumente la temperatura será un ambiente irrespirable», añaden.

Añaden que hay muchos propietarios de mascotas que no retiran las heces cuando están dentro del recinto «y hemos notado que está aumentado el número de moscas e insectos en este parque», detalla Reyes Amor. Y, además, critican que «hay gente que lleva al perro de madrugada y se oyen los ladridos y no podemos descansar».

También lamentan que hay veces que tardan una semana en vaciar las papeleras, donde se depositan las bolsas de excrementos.

El mismo problema se produce con los frutos de los árboles, «que se quedan durante días en el suelo» y apuntan que «las ratas han anidado en algunos árboles y palmeras e incluso están llegando a los balcones de las fincas próximas».

Los residentes añaden que hay muchos setos sin podar y han alcanzado ya la altura de los viandantes. Y otra deficiencia que señalan es que la fuente central que hay en la plaza Enrique Granados «tiene el agua verde. Además de que está llena de porquería, casi siempre está verde. No hay manera de verla clara y es un foco de mosquitos. Los vecinos no nos merecemos este abandono», indican.

Reyes Amor explica que pidió entrevista con el alcalde Joan_Ribó,_«estuve hablando con él a finales de año y esto sigue igual».