[wp_ad_camp_2]Tal día como hoy del año 1851, el marquesado de Dos Aguas recayó en don Vicente Dasí Lluesma, por testamento de Giner Rabassa de Perelló, el cual murió en Roma sin descendencia.
Vicente Dasi, nacido en el castillo de Bétera en 1825, fijó sus aspiraciones en la vida pública dedicándose a la carrera política. De ideas conservadoras, se afilió a este partido desde que adquirió la mayoría de edad. Ocupó cargos diversos en el mismo. Con posterioridad desempeñó funciones de carácter provincial y, tras presentarse a sucesivas elecciones generales a Cortes por varios distritos, resultó designado Senador por la provincia de Valencia.
El general Narváez, jefe de gobierno en el reinado de Isabel II, le honró en 1864 con la designación de Senador Vitalicio atendiendo a los servicios que prestaba a la nación, nombramiento que llevaba adherido el título de Prócer del Reino en justo reconocimiento al linaje del cual procedía.
Los movimientos revolucionarios de 1868, acabaron derribando del trono a la reina Isabel II y se instauró un gobierno provisional, desbaratando por completo sus aspiraciones, siendo cesado en su cargo.
Hubo de exiliarse voluntariamente el Marqués abandonando España con toda su familia en los primeros meses de 1869. Pasó a residir en Francia, concretamente en la ciudad de Pau. De aquí se trasladaría, en 1871, a Italia donde estableció también su residencia temporal. Por fin, los nuevos cambios políticos que se oteaban en España tendentes a la restauración borbónica en el trono, determinaron la vuelta del Prócer en 1872. De manera oficial residió en Madrid, prosiguiendo el desempeño de su cargo como Senador con toda normalidad.
Había contraído nupcias con doña Carmen Puigmoltó y Mayans, hija del primer conde de Torrefiel, el hermano de dicha señora, Enrique, vizconde de Miranda, fue amante de Isabel II, atribuyéndose la paternidad del rey Alfonso.
Unas de las iniciativas privadas más importantes emprendidas por el Marqués consistieron en las reformas de su excelente palacio. Entre 1854 y 1867 tuvo lugar una rehabilitación íntegra del ámbito interior y de elementos de su exterior, afectado el edificio por desperfectos producidos durante la Guerra de la Independencia, dotándolo de un carácter romanticista. En 1873 volverían las reformas, en esta ocasión mandó revocar las fachadas con un estuco que simulaba mármol, que cubrían, en cambio, la original pintura mural realizada, mediados el siglo XVIII, por el reputado artista Hipólito Rovira.
En Valencia y en Bétera (Massalconill para ser más concretos), residió en muy pocas ocasiones.
Dada la lejanía del Prócer por razones, digamos, laborales, en realidad era su hijo, Pascual, quien ejercía en funciones como Barón de Bétera. De hecho, pocos meses después de efectuarse la compra-venta del territorio señorial a la Junta de Montes, el primogénito del Marqués fue reconocido por Alfonso XII con el título de Vizconde de Bétera.
En Bétera estuvo presente el Marqués durante el solemne acto de inauguración del Asilo (1888), en el que se mostraría sensiblemente abatido por el fallecimiento del Vizconde, cuya muerte le había sorprendido prematuramente dos años antes.
El sábado cuatro de marzo de 1893 se produjo su fallecimiento. Paradójicamente, coincidió el óbito con la jornada de reflexión previa a las elecciones generales de diputados a cortes. Tenía cumplida la edad de 67 años.
“El cadáver del Marqués, vestido con hábito de San Francisco y encerrado en severa caja negra, fue colocado en el salón principal del palacio convertido en Capilla ardiente, dedicándose misas hasta la hora del entierro”.
En memoria suya, de su familia y sucesores, fue erigido un esplendoroso mausoleo en un costado de la ermita del Calvario de Bétera, bendecido con gran solemnidad por el arzobispo de Valencia en 1895, aunque sus restos, por impedimentos legales, no serían depositados en el túmulo del Panteón hasta años más tarde.
En las imágenes podemos ver el monumento a Vicente Dasí, Marqués de Dos Aguas en Bétera; portada y entrada principal del Palacio e interior del mismo.