Los populares conservan el 71,0% de sus votantes de 2016, porcentaje similar a Podemos, pero inferior al de PSOE y Ciudadanos. De hecho son populares y morados los que más retroceden con respecto a los resultados de 2016, mientras que socialistas y naranjas aumentan su expectativa en comparación con el 26-J, siendo la mayor fidelización de sus electores un factor determinante en su mejora.
Cuando el PP estaba mejorando sus resultados con la elección de Casado como nuevo presidente, sufre un contratiempo en octubre. La irrupción de Vox frena el crecimiento de los populares. La transferencia de voto popular a Vox pasa en un mes del 1,6% al 4,3%.
El voto popular cautivo por Cs permanece estable, su variación ha sido de tan sólo 2 décimas en el último mes, pasando del 15,2% al 15,5% del voto popular. Esta leve subida se registra tras dos meses consecutivos de importante reducción del voto popular que marchaba a Cs.
La abstención es, tras el trasvase de voto a Cs, el segundo destino preferente de los votantes populares; concretamente para el 8,3%. El restante 1% que abandona el PP elige PSOE y otros partidos.
El PSOE rompe su trayectoria ascendente iniciada el pasado mayo. Por primera vez desde la moción de censura que llevó a Sánchez a La Moncloa, los socialistas bajan, y lo hacen en un punto con respecto al mes anterior.
Entre los votantes del PSOE comienza a tomar dimensiones importantes la fuga de votos hacia Cs. En estos momentos el 6,0% de los votantes socialistas se pasan a Cs. Es la principal opción elegida por los socialistas que dejan de votar al PSOE de Sánchez. Al tiempo que el voto que llega de Podemos se reduce, en un mes pasa de representar el 13,7% del nuevo electorado del PSOE, al 11,9%.
El segundo destino del voto socialista es la abstención, que supone el 3,5% del electorado del PSOE. Le sigue la transferencia de voto al PP y Podemos, que representa el 1,8% y 1,7%, respectivamente, de los de Sánchez. Finalmente, el 0,6% se reparte entre otros partidos.
Cs basa su fortaleza en los 1,2 millones de votantes populares «prestados» que aún conservan los naranjas. La transferencia de voto desde las filas socialistas, es la segunda razón del crecimiento de Cs, Pero ésta está aumentando en el último mes en mayor proporción que el voto procedente del PP, que se ralentiza.
En cuanto a Podemos, basa su avance en reducir la transferencia de voto al PSOE, que pasa en un mes de representar una fuga del 17,6% de sus votantes al 14,9%. La abstención también hace mella en los de Iglesias: el 7,6% de su electorado no votaría si hubiese hoy elecciones. Mientras que Cs es el destino del 3,3% de los antiguos votantes de Podemos. Otro 3,7% se reparte entre partidos minoritarios, especialmente va a los animalistas del Pacma.
En cuanto al destino del voto emitido por los nuevos electores, se sitúa el PSOE en preferencia, seguido muy igualados por Podemos y Ciudadanos. El PP es el cuarto en este orden.
Fuente: La Razón